domingo, 4 de agosto de 2013

La ampliación de lote 88 afectaría a los indígenas

La Resolución 005-2013, que aprobaba la opinión técnica del sector sobre el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) de la ampliación de actividades del lote 88, en manos de Pluspetrol. El informe plantea 82 observaciones al EIA y concluye que la ubicación de algunos pozos exploratorios “tendría un impacto crítico en las poblaciones indígenas que viven en aislamiento, así como afectaciones severas al desarrollo de sus actividades económicas”. Parte del lote, que forma parte del Proyecto Camisea y que abastece el 40% de la demanda energética del país, se encuentra sobre la reserva territorial de los pueblos en aislamiento Kugapakori, Nahua, Nanti y otros (RTKN), en la selva del Cusco.
El informe, sin embargo, hasta la fecha no ha sido notificado a la Dirección de Asuntos Ambientales Energéticos del Ministerio de Energía y Minas (DGAAE) y continúa en el Ministerio Cultura. ¿Por qué? En las últimas tres semanas, El Comercio ha pedido información sobre el destino de este informe y solicitado entrevistas, pero nadie en el Gobierno ha querido hablar sobre el tema. Tampoco la nueva ministra de Cultura, Diana Álvarez Calderón. A pesar de que se trata de las observaciones a uno de los proyectos gasíferos más importantes del país, el saliente ministro Luis Peirano no lo mencionó en su discurso de despedida el 24 de julio. Hasta hoy, el informe que observa el EIA de ampliación de actividades de Pluspetrol permanece en el escritorio de algún funcionario de Cultura.
El informe de Interculturalidad se hizo público el lunes 15 de julio cuando fue colgado en el portal de transparencia del Ministerio de Cultura, donde permaneció unas horas. Sin embargo, cerca de la medianoche fue sorpresivamente retirado. Era la única opinión técnica que faltaba al EIA de Pluspetrol.
LAS OBSERVACIONES
El informe de 168 páginas de Interculturalidad sostiene que la prospección sísmica 3D y la construcción de pozos exploratorios en la zona norte del lote “conllevan un impacto crítico a severo en la salud de las poblaciones en aislamiento”, así como “afectaciones severas y moderadas al desarrollo de sus actividades económicas”. Señala también que los trabajos podrían ocasionar la “alteración de las rutas de desplazamiento, aumentar del riesgo de contactos no deseados, transmisión de “enfermedades2:http://elcomercio.pe/tag/113170/enfermedades y muerte de la población”. Y concluye: “No debe contemplarse la realización de actividades que tengan impactos críticos o severos en la salud de poblaciones tan vulnerables”.
En el documento se menciona también que “la empresa no ha brindado toda la información necesaria con relación a la descripción del proyecto, línea de base física, línea de base social, impactos ambientales, sociales y culturales y el plan de manejo ambiental, entre otros”. Si el informe se notifica, la empresa debe levantar cada una de las observaciones. Ya ha pasado antes, pues forma parte de los procesos de análisis de los EIA. La misma DGAAE realizó en mayo 122 observaciones al estudio. La Autoridad Nacional del Agua y el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Sernanp), otras tantas.
El viernes 12 de julio, la fecha en que Paulo Vilca firmó su resolución con las observaciones, el Sernanp envió un oficio a Energía y Minas solicitando que desestime la opinión técnica que ellos mismos enviaron un día antes porque fue “remitida por un error involuntario”. En esa opinión anterior, el Sernanp señalaba que tres observaciones no habían sido levantadas por la empresa. El nuevo oficio solicitaba “desestimar la primera versión de la opinión”. Solo faltaba entonces, la opinión de Cultura.
Vilca presentó su carta de renuncia al Viceministerio de Interculturalidad el 22 de julio. Al día siguiente, lo hizo el titular del sector, Luis Peirano. Y ayer, dos semanas después de su renuncia, la ministra aceptó la salida de Vilca. El Comercio también intentó recoger su opinión sobre estos hechos pero no fue posible. Las funciones de su despacho han sido encargadas al viceministro de Patrimonio Cultural, Rafael Varón.
LA RESERVA
El proyecto de ampliación del lote 88 busca desarrollar nuevos pozos exploratorios al este de la reserva territorial. Ello supone penetrar más la zona que habitan los pueblos en aislamiento e incrementar con esto las posibilidades de contacto. Un contacto que ellos rechazan desde los violentos años de la extracción del caucho.
El mismo EIA de Pluspetrol menciona que “de todas las actividades hidrocarburíferas, la etapa de exploración es la que entraña el mayor riesgo de contacto con la población aislada”, debido a la “alta movilidad de equipos de sísmica que se introducen en los bosques, incluyendo muchas veces zonas de cabeceras”, espacios por los que se desplazan estos grupos.
POBLACIÓN SENSIBLE
CONTACTO FORZADO. En el estudio de impacto ambiental (EIA) de ampliación del lote 88 se reconoce que entre el 2002 y el 2003 “las operaciones realizadas por Pluspetrol en el lote 88 [superpuesto al territorio machiguenga] produjeron situaciones de contacto forzado con machiguengas en aislamiento”.
DEPENDEN DEL BOSQUE. Las poblaciones en aislamiento voluntario son nómadas y migran en busca de recursos. Recolectan, pescan y cazan.1
Fuente: El Comercio

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